El Ford Experience Center (FXC) fue uno de los primeros lugares en recibir una renovación y rediseño sustanciales como parte de la transformación del amplio campus corporativo de Ford Motor Company en Dearborn, Michigan. Bajo la dirección de la compañía de arquitectura paisajista Zaremba & Company, , el proyecto introdujo un nuevo lenguaje de diseño que creó espacios al aire libre acogedores y multifuncionales rodeados por un hábitat de sabana de roble nativo restaurado, en colaboración con el equipo de planificación maestra de Ford y Ghafari Associates.

Un foco central para los jardines exteriores del renovado Experience Center era la creación de "un destino de plaza cohesivo", una meta que encarnaba un desafío de diseño único debido a la ubicación del lugar. Justo enfrente del moderno y futurista FXC se encuentra Greenfield Village, un museo al aire libre muy amplio, cuyo ambiente tradicional ofrece un enfoque inmersivo para poder sumergirse en la rica y variada historia de la empresa. Para unir, literalmente, el futuro de Ford con su pasado, la empresa eligió luces de área Ashbery para iluminar la carretera que está en medio de estos dos campus clave. Con el diseño de expertos y con la manera que conjuga lo moderno y lo tradicional de Robert A.M. Stern Architects, Ashbery ofrece un auténtico homenaje a la luz de la calle tradicional, con detalles de diseño refinados y un desempeño a la altura del presente.

"Greenfield Village es como un pintoresco viaje hacia atrás en la historia, que muestra un contraste marcado con el vanguardista nuevo Experience Center," describe Kyle Verseman, de la ASLA y representante de Desarrollo Comercial de Landscape Forms. "A lo largo de la calle que separa los dos lugares, las luces de área Ashbery crean una elegante interacción entre lo moderno y tradicional, mediante una transición llevadera entre los distintos espacios".

Para suavizar la transición y hacer que las luces se vean un poco más modernas, el equipo de planificación maestra de Ford eligió no incluir el elemento estético central de las Ashbery, que alude a la llama de una lámpara de gas. "Cuando quitamos el elemento de la llama, se logró que las Ashbery tuvieran un contorno moderno, refinado y aerodinámico", define Verseman.

Si bien la estética moderna y tradicional fue algo que se tuvo muy en cuenta, la artesanía estadounidense de última generación y el desempeño en cuanto a la iluminación fueron los cimientos para que el equipo de planificación maestra de Ford se inclinara por las Ashbery. "Ford valoró contar con una solución de otro fabricante que también opere Michigan y, como todas nuestras luminarias, Ashbery es la materialización de la filosofía de desempeño de iluminación de Landscape Forms. Nos enorgullece crear soluciones que proporcionen la cantidad adecuada de luz (que no hagan que la noche parezca el día) pero que cuenten con iluminación de calidad en los lugares exactos en los que se la necesite", resalta Verseman.