El programa de iluminación de University of Colorado Boulder ha existido durante más de 40 años. Esta institución es una de las pocas en los EE. UU. que enseña Ingeniería en Iluminación. Sandra Vásconez, MS, LC, educadora de IALD e integrante del equipo docente desde 2007, comparte información acerca del programa y de cómo ella y sus colegas educan a estudiantes y profesionales sobre todos los aspectos vinculados con la iluminación.

Este programa es parte de la Facultad de Ingeniería y Ciencia Aplicada dentro del Departamento de Ingeniería Civil, Ambiental y Arquitectónica, y otorga un título de grado en Ciencias, con especialización en Iluminación y Sistemas Eléctricos, o un certificado de Diseño de Iluminación para estudiantes en el programa de Diseño Ambiental. CU también brinda servicios a los profesionales por medio de un programa de certificación de graduados y un curso de verano intensivo en Rocky Mountain Lighting Academy, en el campus de Boulder.

Vásconez destaca que su programa no incluye meramente diseño de iluminación, sino que adopta un enfoque holístico que abarca tanto los aspectos de diseño como los aspectos técnicos vinculados con iluminación y sistemas eléctricos. "Nuestros estudiantes deben comprender cabalmente el medio de la luz… el porqué detrás de una realidad. Los ingenieros solucionan problemas. Nuestra tarea como educadores consiste en revolucionar la mentalidad de resolución de problemas para transformarla en una mentalidad de diseño de iluminación. Los estudiantes deben pensar con ambos hemisferios del cerebro. Es maravilloso observar cómo se encienden sus ojos cuando conocen el lado creativo de la ingeniería en iluminación".

Jackson Brogan nació para convertirse en un profesional de la iluminación. En su juventud, descubrió que la magia de Magic Kingdom de Disney World no estaba en los desfiles ni personajes de Disney, sino en la iluminación teatral. Jackson recuerda arrastrarse debajo de arbustos para encontrar las fuentes de iluminación dirigidas en los desfiles. "Desde que tengo memoria, siempre me ha fascinado la iluminación". Jackson se embarcó en su carrera de iluminación en cuarto grado, momento en el que fundó un negocio de iluminación paisajística residencial. Sus primeros clientes fueron sus padres. "Mis padres me dijeron que armara un plan de iluminación para el jardín, además de un presupuesto y una lista de luminarias, y que luego podíamos comenzar a analizarlo. Probablemente creían que eso iba a ser todo. Pero, en realidad, yo cumplí con su pedido. Les mostré una presentación, los guié por el jardín y ellos aceptaron la propuesta". Desde ese momento, algunos vecinos lo contrataron y el negocio se expandió de boca en boca. "Me hizo avanzar bastante. Aún recibo llamadas".

Allie Wilson llegó al mundo de la iluminación a través de la danza. "Estaba en una compañía en la que los estudiantes producían el espectáculo de danza completo, desde el programa y vestuario hasta la iluminación". La atrajo el vínculo de la iluminación con la arquitectura… o, en este caso, con los escenarios. "Considero que la iluminación es un ente dinámico y fluido. Hay movimiento en un entorno que se ilumina. Se busca que las personas se muevan en un espacio de una manera específica, de una manera muy similar a una coreografía. A través de la luz, pueden destacarse determinados objetos y se puede ayudar a las personas a negociar un espacio".

Muchos estudiantes llegan al área de iluminación y sistemas eléctricos desde las áreas de ingeniería, matemáticas u otros programas de ingeniería arquitectónica. Rachel Peterson llegó a la iluminación a través de una combinación de azar, investigación, y prueba y error. Primero, pensó en seguir un plan de estudios de premedicina, pero pronto se percató de que las ciencias y la biología no eran para ella. Le encantaba el arte y era hábil para las matemáticas, por lo que, al investigar sobre carreras que integraran ambas áreas, llegó a la ingeniería arquitectónica. Y, luego, conoció el diseño de iluminación. "Fue ideal para mí. Disfruté el lado analítico y creativo de la iluminación. Es un arte tan visual. Se puede diseñar algo y, luego, verlo físicamente. Es una forma de arte única… es arte que destaca a otras obras de arte, ya sean de arquitectura, paisajísticas o esculturales".

Jackson también "corrigió el rumbo" en su primer año de estudios. Sabía que la ingeniería arquitectónica y la iluminación, a menudo, iban de la mano con la ingeniería civil, por lo que se inscribió en el programa de Ingeniería Civil de Northwestern University. Pero el programa de estudios no era lo que Jackson esperaba. Se trasladó a CU, sabiendo que el programa de iluminación gozaba de una reputación a nivel nacional. "Supe de inmediato que había tomado la decisión correcta. Las personas allí son como parte de mi tribu. Desde el inicio, mis profesores fueron mentores y maestros increíbles".

Los tres estudiantes se encontraron con un programa de estudios que combinaba los aspectos técnicos y matemáticos de la iluminación con el diseño, y que este se alineaba con sus intereses y fortalezas. "Esta combinación de habilidades es importante", asegura Jackson. "Si tienes una de ellas, podrás sobrevivir en el ámbito de la iluminación; pero si puedes aplicar ambas en un proyecto, podrás abordarlo con un conjunto más integral de habilidades. El lado de diseño te permite generar experiencias, cautivar a las personas y atraerlas a un entorno. Pero necesitas conocimientos técnicos para lograr esa experiencia".

"El diseño de iluminación es la fusión perfecta", asegura Rachel. "Primero, debes resolver el lado técnico del proyecto… debes considerar la geometría, los códigos, los niveles de luces, etc. Y, luego, debes sacar a relucir el lado de diseño para embellecer el proyecto. Esa creatividad te otorga libertad".

Los tres estudiantes tuvieron la posibilidad de realizar pasantías durante el último año de la carrera, lo que les permitió codearse con profesionales de la iluminación y adquirir experiencia de primera mano respecto de la diversidad de oportunidades que brinda una carrera en iluminación. Ahora, luego de finalizar sus estudios formales y pasantías, nos preguntamos qué inspiró a Allie, Rachel y Jackson para que ellos aspiraran a desarrollar una carrera en este campo.

Jackson considera que el trabajo de un profesional de la iluminación es como pintar con la luz. "Mi trabajo consiste en realzar un entorno. La luz es el medio; no los equipos. Primero pienso en el efecto que deseo crear y, luego, analizo los equipos para lograrlo. La iluminación no debería llamar la atención, salvo que tenga fines decorativos intencionales. El mejor trabajo de iluminación es el que no se nota".

"La iluminación es una mezcla perfecta de matemática y creatividad, pero también es la cereza del postre", asegura Allie. "Un edificio puede ser hermoso, pero no se notará que lo es si la iluminación es mala". También la motiva la posibilidad de contribuir a reducir la contaminación lumínica y mejorar la sostenibilidad ambiental, y considera que las futuras tecnologías de iluminación tienen el potencial de abordar estos problemas. "Las personas son más conscientes del medioambiente y del cambio climático, pero debe prestarse más atención al daño ambiental generado por la luz. El exceso de luz en exteriores daña a las plantas, a los animales y a los seres humanos. Debemos encontrar mejores maneras de reducir los niveles de luz o cambiar el color… tal vez, puedan incorporarse niveles de luz ajustables de acuerdo con la intensidad de la luz de la luna y generar conciencia respecto de lo que puede hacerse, tanto a nivel personal como urbano".

La iluminación de los espacios al aire libre le genera intriga a Rachel. "¿Cómo se resalta la belleza de un paisaje natural sin alterarla? Puede iluminarse un gran monumento o un paisaje natural, pero en ambos casos el objetivo no es avasallarlos con luz. En exteriores, se debe poder ver, exhibir lo necesario, resaltar la belleza y no perturbar al resto".

Le deseamos lo mejor a Allie, Jackson y Rachel en el comienzo de sus carreras como profesionales de diseño y sistemas de iluminación.